miércoles, 5 de septiembre de 2012

Isomeros

Los isómeros son compuestos que tienen la misma composición atómica pero diferente fórmula estructural (por ejemplo, la serie de las cetoaldosas). En general una molécula con n centros quirales tiene 2n estereoisómeros. El gliceraldehído tiene 21=2; las aldohexosas con cuatro centros quirales, tienen 24=16 estereoisómeros. Los estereoisómeros de los monosacáridos pueden ser divididos en dos grupos, los cuales difieren en la configuración alrededor del centro quiral más lejano del carbono carbonílico (carbono de referencia). Tomemos como ejemplo al gliceraldehído (en fórmulas de proyección de Fisher).


Aquellos carbohidratos con la misma configuración en su carbono de referencia que el D-gliceraldehído, son designados como isómeros D (el OH del carbono de referencia está a la derecha), y aquellos con la configuración del L-gliceraldehído, son isómeros L (el OH del carbono de referencia está a la izquierda). Por ejemplo, de las 16 posibles aldohexosas, 8 de ellas son D y las 8 restantes L. Muchas de las hexosas que se encuentran en los organismos vivientes son isómeros tipo D, lo que indica inmediatamente, la estereoespecificidad de las enzimas que las utilizan como substrato.

Los monosacáridos poseen actividad óptica y desvían el plano de la luz polarizada hacia la derecha o hacia la izquierda, esta propiedad puede ser cuantificada en un polarímetro. Si la luz gira en sentido de las manecillas de reloj, el compuesto es dextrorrotatorio (dextro: griego, derecha) y se designa con el signo +. Si por el contrario, la luz gira en sentido opuesto a las manecillas del reloj, es levorrotatorio (levo: griego, al contrario)  y se designa con -. Los enantiómeros giran el plano de la luz polarizada en direcciones opuestas, pero con magnitudes iguales. Una mezcal con la misma cantidad de + y – se denomina racémica.


Isómeros estructurales

Hay dos tipos de isómeros estructurales:
  1. Isómeros funcionales: Son aquellas moléculas que poseen la misma fórmula molecular pero que contienen diferentes grupos funcionales. En la mayoría de los casos, las fórmulas empírica y molecular contienen suficiente información para el químico inorgánico. Es raro que dos compuestos inorgánicos diferentes presenten la misma fórmula. Como se observa en la tabla de las familias de compuestos orgánicos, las fórmulas moleculares del alcohol etílico y del éter dimetílico son C2H6O, y que las fórmulas moleculares del ácido acético y el formiato de metilo son C2H4O2. Estos no son casos excepcionales. Por lo común, algunos compuestos orgánicos diferentes poseen composición química idéntica, pero propiedades físicas y químicas distintas.
  2. Isómeros de posición: resultan de la presencia de un átomo o grupo de átomos en diferentes posiciones en la cadena de carbono. Ejemplo : 2-metilpentano y 3-metilpentano.




Series homólogas

El número total de posibles compuestos orgánicos es infinito. No obstante, estos compuestos pueden dividirse en un número comparativamente pequeño de clases en base a sus semejanzas estructurales. Por tanto, el conocimiento de algunos miembros de cada clase permite hacer predicciones sobre las propiedades físicas y químicas de casi todos los demás miembros de esa clase. Una familia de compuestos semejantes constituye una serie homóloga (homos, igual). Los miembros individuales de la serie son homólogos. Las características de una serie homóloga son:
  1. Todos los compuestos de la serie contienen los mismos elementos y pueden representarse mediante una fórmula general muy simple.
  2. La fórmula molecular de cada homólogo difiere de la que precede y de la que le sucede por un incremento de un grupo metileno "-CH2-".
  3. Existe una variación gradual en las propiedades físicas con el incremento de la masa molecular.
  4. Todos los compuestos de la serie exhiben propiedades químicas semejantes


.La diferencia radica en la distinta orientaciónes pacial de los átomos o grupos de átomos.

estereoisómerosseclasificanenisómerosgeométricos(cis-trans),enantiómerosydiastereoisómeros

Radicales

En química, un radical (antes referido como radical libre) es una especie química (orgánica o inorgánica), en general es extremadamente inestable y, por tanto, con gran poder reactivo por poseer un electrón desapareado.[1] No se debe confundir con un grupo sustituyente, como un grupo alquilo, que son partes de una molécula, sin existencia aislada.
Poseen existencia independiente aunque tengan vidas medias muy breves, por lo que se pueden sintetizar en el laboratorio, se pueden formar en la atmósfera por radiación, y también se forman en los organismos vivos (incluido el cuerpo humano) por el contacto con el oxígeno y actúan alterando las membranas celulares y atacando el material genético de las células, como el ADN.
Los radicales tienen una configuración electrónica de capas abiertas por lo que llevan al menos un electrón desapareado que es muy susceptible de crear un enlace con otro átomo o átomos de una molécula. Desempeñan una función importante en la combustión, en la polimerización, en la química atmosférica, dentro de las células y en otros procesos químicos.
Para escribir las ecuaciones químicas, los radicales frecuentemente se escriben poniendo un punto (que indica el electrón impar) situado inmediatamente a la derecha del símbolo atómico o de la fórmula molecular como:
H2 + → 2 H· (reacción 1)
Esto se deriva de la notación de Lewis.



Tipos de radicales

Según el número de átomos

Los radicales pueden ser:
  • monoatómicos, como el radical cloro Cl·, el radical bromo Br·, o el radical hidrógeno , que son simplemente átomos o iones con un número impar de electrones.
  • poliatómicos, formados por más de un átomo, como el radical metilo, CH3·

Según el átomo central que posee el electrón impar

Dependiendo de cual sea el átomo central que posee el electrón desapareado, los radicales pueden ser:
  • Radicales centrados en el carbono: como un radical alquilo (por ejemplo, el radical metilo .CH3), o un radical arilo. Dentro de los radicales centrados en C conviene distinguir, según sea el carbono que porta el electrón desapareado, entre radicales primarios (como el radical metilo CH3·), radicales secundarios (como el radical ); y radicales terciarios (como el radical trifenilmetilo). Los radicales terciarios son más estables que los secundarios, y éstos a su vez son más estables que los primarios.[2]
Radical primarioRadical secundarioRadical terciario
Ethynyl-radical-2D.pngSecondary radical-1-bromopropane.pngTriphenylmethylradical.png
Radical etiniloradical 2º derivado
del 1-bromopropano
Radical trifenilmetilo
  • Radicales centrados en el nitrógeno: como el radical nitrato ·NO3
  • Radicales centrados en el oxígeno: como el radical hidroxilo ·OH, muy reactivo.
  • Radicales centrados en átomo de halógeno: como el radical cloro Cl·
  • Radicales centrados en átomo de metal: como el radical ·SnH3

Según la carga

Los radicales pueden ser neutros, aniónicos o catiónicos, según que no posean carga; o que ésta sea negativa o positiva.
Radical neutroAnión radicalCatión radical
Radical metilo--methyl radical.pngKetyl structure.svgCation radical formaldehido--formaldehyde radical cation.png
Radical metilo (neutro)Anión radical cetilo
(efecto de resonancia)
Catión radical formaldehído

 

Reacciones radicalarias

 

Son reacciones en las que intervienen radicales, generalmente como estados intermedios, como por ejemplo la halogenación radicalaria de alcanos.

Mecanismo general de una sustitución radicalaria


Mecanismo general de una reacción de sustitución radicalaria.

Reacciones de propagación: Se producen reacciones entre radicales. Corresponde a las etapas 4 y 5.

Reacciones de terminación: Finalmente, se recombinan los radicales para formar moléculas más estables. Corresponde a las etapas 6 y 7.

 

Producción de radicales en seres vivos

Los radicales se producen en la respiración con la presencia de oxígeno que aunque es imprescindible para la vida celular de nuestro organismo, también induce la formación de éstas moléculas reactivas, que provocan a lo largo de la vida efectos negativos para la salud debido a su capacidad de alterar el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos o grasas ("oxidación"). En nuestro cuerpo existen células que se renuevan continuamente como las células de la piel, del intestino, y el hígado, y otras sin capacidad de renovación como las neuronas. En el transcurso de los años, los radicales libres pueden producir una alteración genética sobre las células que se dividen continuamente contribuyendo a aumentar el riesgo de cáncer por mutaciones genéticas o bien, disminuyen la funcionalidad de las células que no se dividen tanto, disminuyendo el número de mitocondrias, que es característico del envejecimiento.
Las situaciones que aumentan la producción de radicales libres son: